Los fans del género de terror en el cine estamos de fiesta. Estamos ante un gran resurgimiento repleto de nuevas e interesantes propuestas, pero también tenemos algunas que homenajean a lo mejor del género. Una de ellas es El Payaso del Maizal, cinta que ya se encuentra en cines y que nos recuerda a las mejores pelis del cine B.
Durante 1991, un grupo de adolescentes se reúne una noche en el tranquilo pueblo de Kettle Springs en Misuri (famoso por su fábrica de maíz) para divertirse y pasarla bien. Lo que parecía una noche tranquila es interrumpida cuando Frendo el payaso, la mascota de la fábrica, aparece en un maizal y mata a dos de aquellos chicos. Actualmente, Quinn (Katie Douglas) se muda junto a su padre (Aaron Abrams) al pueblo de Kettle Springs buscando un nuevo inicio para ambos, pero no tarda mucho hasta que ella y sus nuevos amigos notan que Frendo ha vuelto y quizá, solo quizá, no viene solo esta vez.
Dirigida por Eli Craig y basada en la novela homónima escrita por Adam Cesare, El Payaso del Maizal toma los mejores elementos de series como Are You Afraid of the Dark? (1990) o Goosebumps (1995) y las combina con elementos actuales para hacer una película tan divertida como ligeramente aterradora.
Contraria a obras gore actuales como Terrifier o el Poohniverse, El Payaso del Maizal busca una identidad propia y lo logra, apelando a la nostalgia de la mejor forma posible. Eli Craig, su director, es un gran fan del género y se nota, pues la cinta no solo está repleta de referencias, guiños y chistes, sino que de verdad hace un esfuerzo por ser impredecible y (aunque tal vez no lo cumpla al cien), sus esfuerzos resultan encantadores.
Las actuaciones de su reparto cumplen, y pese a no ser las mejores, definitivamente no son malas. En realidad me parece que todos dentro de la producción de la cinta sabían exactamente lo que querían conseguir, ¡y lo lograron!
Se percibe el corazón con el que realizaron la cinta al agregar detalles como las cajas musicales de Frendo (las cuales al dejar de sonar marcan su aparición), diálogos cómicos en momentos impredecibles o giros de tuerca que, pese a no ser los mejores, cumplen con la función de sorprender a más de uno.
El Payaso del Maizal es un homenaje a lo mejor del terror de los noventa, logra construir su propio mundo y sus reglas que intenta alejarse de lo convencional, aunque al final, simplemente parece burlarse de ello. Sus personajes son lo bastante interesantes para poder seguir nutrir la mitología de Frendo, la cual debo decir, aún tengo interés por conocer.
¡Ya puedes ver El Payaso del Maizal en cines! Agradecemos a Cine Canibal por invitarnos a la función de prensa para la realización de esta reseña.



